ESTATINAS Y BISFOSFONATOS
Dos fármacos comunes, útiles contra un raro trastorno de envejecimiento prematuro
* Un estudio hispano-francés muestra la eficacia de esta terapia en ratones
* La utilización de dos fármacos conocidos acelera la vía para su aplicación en humanos
El director del Instituto de Genómica de EEUU junto a un paciente y su madre (Foto: NHGRI)
El director del Instituto de Genómica de EEUU junto a un paciente y su madre (Foto: NHGRI)
Actualizado domingo 29/06/2008 19:02 (CET)
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MARÍA VALERIO
MADRID.- Una combinación de fármacos ampliamente utilizados en la actualidad, como son las estatinas contra el colesterol y los bisfosfonatos que protegen los huesos, podría abrir un resquicio de esperanza a un raro trastorno caracterizado por el envejecimiento prematuro, la progeria. Los niños que sufren esta alteración genética apenas llegan a cumplir los 15 años de edad.
Una de las formas de progeria más conocida es el síndrome de Hutchinson-Gilford, que afecta apenas a uno de cada ocho millones de niños nacidos vivos. Quienes lo padecen tienen el aspecto de un anciano desde sus primeros años de vida: sufren alopecia, problemas de visión y de crecimiento, arrugas en la piel; y, sobre todo, alteraciones hepáticas y cardiovasculares que suelen causar su muerte apenas cumplida la adolescencia. El único sistema de su organismo que permanece inalterado es el neurológico.
Un trabajo hispano-francés que acaba de adelantar 'on line' la revista 'Nature Medicine' (y que será su portada en versión papel) ha logrado prolongar un 80% la supervivencia en ratones afectados por este trastorno genético y retrasar algunos de los signos característicos de este envejecimiento precoz mediante una combinación de dos fármacos que ya usan miles de personas en todo el mundo.
"La progeria está causada por la acumulación de una forma mutante de una proteína normal", explica a elmundo.es uno de los investigadores, Carlos López-Otín, del Instituto Universitario de Oncología de la Universidad de Oviedo. En condiciones normales, esa proteína (la lamina A) es un componente fundamental de la membrana que protege el núcleo de las células humanas.
Toontje, un niño con progeria (Foto: © Progeria Family Circle)
Toontje, un niño con progeria (Foto: © Progeria Family Circle)
Sin embargo, cuando lo que se acumula en torno al núcleo es su versión mutada (llamada progerina), la célula reacciona ante esa 'toxicidad' que afecta a su núcleo ("siente que está herida") y pone en marcha una respuesta masiva ante ese daño genético. "Se produce entonces una activación exagerada de un supresor tumoral, p53; cuyo efecto sobre el organismo es un envejecimiento masivo de los tejidos", añade López-Otín.
Lograr frenarlo con fármacos
Hace tres años este mismo grupo asturiano ya demostró en otro trabajo con ratones que era posible revertir esos daños acelerados, manipulando genéticamente a los animales. "Demostramos que se podía intervenir en un proceso tan complejo como el envejecimiento, pero eso no era una solución para los pacientes, necesitábamos hacerlo farmacológicamente".
Para la investigación que acaban de publicar, estudiaron a fondo las rutas biológicas de la progeria para saber en qué punto era posible bloquear la proteína anómala. "Que sea posible actuar en esa vía con una combinación de dos fármacos tan comunes como las estatinas y los bisfosfonatos significa que ya tenemos adelantada una parte del camino", confiesa López-Otín. Se trata de compuestos que ya han demostrado su utilidad en pacientes humanos, muy comunes, poco tóxicos... y con los que se pueden iniciar enseguida los ensayos clínicos.
Los ratones del experimento, tratados con dosis similares a las humanas, recuperaron la morfología normal de sus células, ganaron algo de peso, se resolvieron sus alteraciones óseas... Sin embargo, el investigador es muy cauto respecto a su aplicación en pacientes: "No espero que nadie se pueda curar con esta combinación. Porque el defecto está en todas las células de su organismo y seguirá estando ahí".
Un ensayo clínico a punto
Sin embargo, sus conclusiones han abierto al menos un resquicio. Otro de los firmantes, Nicolas Lévy, de la Universidad de Marsella (Francia), ya ha iniciado el reclutamiento de pacientes para comprobar si las estatinas y los bisfosfonatos también evitan que la proteína mutante se acumule en las células humanas y retrasa algunos de los signos del envejecimiento precoz que sufren estos niños.
El investigador español, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular, reconoce que el trabajo tiene una doble importancia. "Por un lado, es una aproximación terapéutica a una enfermedad devastadora, aunque afortunadamente poco frecuente", pero por otro, otorga nuevas claves en el conocimiento biológico del proceso de envejecimiento natural del ser humano; "sólo es cuestión de conocer su lógica molecular".
Él sabe bien la cautela y la emoción con que se reciben estas noticias entre los afectados por el síndrome de Hutchinson-Gilford, a los que visita cada dos años en una reunión que reúne a científicos, niños y padres en Boston (EEUU). "Saben que no tienen expectativas de vida, y son niños perfectamente conscientes de lo que les pasa. Tienen una madurez extraordinaria". En España, según sus datos, sólo existe algún caso de progeria en adultos ("tienen unos 40 años"), pero aún no se han llevado a cabo los análisis genéticos necesarios para confirmar que en sus células se acumula esta proteína anómala.
Fuente:
http://www.elmundo.e...1214579918.htmlTécnica mejorada facilita formación de poderosas células madre
Un nuevo método podría permitir a los científicos reducir el riesgo de cáncer cuando convierten células madre adultas en otras en estado embrionario, más poderoso, según un estudio hecho en ratas.
Bloomberg News
Al insertar solo dos genes en algunas células cerebrales adultas, científicos alemanes encontraron una forma de darles el mismo poder que tienen las células madre embrionarias para convertirse en casi cualquier otro tipo de célula del cuerpo. Los hallazgos fueron publicados ayer en la revista Nature.
Los científicos de todo el mundo han trabajado durante dos años para mejorar un avance de Shinya Yamanaka, de la Universidad de Kioto en Japón. Este desarrolló un método en ratas, luego en personas, para hacer células madre a partir de células comunes de la piel, usando virus para insertar cuatro genes en el ADN. La técnica convirtió a las células epidérmicas en lo que Yamanaka llamó células ``pluripotentes inducidas'' o IPS, por su sigla en inglés. A los investigadores les gustaría lograr esta reprogramación sin virus o genes, los cuales pueden causar cáncer.
``En el futuro, la reprogramación podría ser posible sin estos virus, que hasta ahora son necesarios como vehículos'' para llevar los genes, dijo en un comunicado distribuido por correo electrónico Hans Scholer, director del Instituto Max Planck para la Biomedicina Molecular, en Munster, Alemania, y el principal autor del estudio.
La receta original de Yamanaka para convertir células adultas en células IPS usaba cuatro genes, llamados Oct4, Sox2, c-Myc y Klf4. Se sabe que uno de estos genes, el c-Myc, produce tumores.
El equipo de Scholer trabajó con células madre adultas neurales, que tienen una capacidad limitada para formar varios tipos de células cerebrales, en vez de hacerlo con células de la piel. Los científicos probaron diversas combinaciones de genes y comprobaron que podían eliminar el gen Sox2 y el c-Myc, que causa cáncer.
Sin virus
Aunque uno de los genes restantes, el Oct4, es un iniciador menos potente de cánceres que el gen c-Myc, los investigadores quieren igualmente eliminarlo de la mezcla. También quieren evitar el uso de virus. Una estrategia es encontrar sustancias químicas que tengan efectos similares a los de los genes y puedan inyectarse directamente sin virus que las lleven.
El 5 de junio, científicos de Estados Unidos y Alemania, entre ellos Scholer, informaron a la revista Cell Stem Cell que habían usado los mismos dos genes más un compuesto químico para convertir células cerebrales adultas en células IPS. El uso del compuesto químico mejoró la eficiencia del proceso, agregaron los investigadores.
``Estos avances nos acercarán más al día en que podamos usar estas poderosas células para hacer cualquier tipo de tejido humano que necesitemos a fin de ayudar a los pacientes'', dijo en un comunicado Sheng Ding, profesor asociado del Scripps Research Institute, con sede en La Jolla, estado de California, y principal autor del ensayo publicado en Cell Stem Cell.
Fuente:
http://www.lanacion.....php?not=192488